Diario de una guerra

viernes, marzo 04, 2005

La terrible experiencia de conocer la muerte

Queridos papá y mamá:

hoy, en mi segundo dia en el frente he acabado con el primer enemigo durante una ofensiva a Nivelles.

Saliamos de nuestra FB (una base avanzada hacia una posición enemiga) Louviere-Nivelles, camino de esa población, y me encontraba avanzando entre unos matorrales.

De repente, casi por casualidad, he divisado a un soldado alemán corriendo, que posteriormente se ha refugiado en un arbusto. Inmediatamente me ha invadido una descarga de adrenalina, mientras trataba de apuntarle con mi N4 Enfield (mamá, el rifle regular de la infanteria inglesa).

He disparado casi sin pensarlo un par de tiros al arbusto, deseando no fallar, pues se encontraba relativamente cerca y fallar hubiera significado que posiblemente me hubiera matado.

Pasado unos momentos no se veia ninguna señal que indicara que seguia vivo, por lo que me he acercado con cautela al arbusto, comprobando que efectivamente le habia acertado.

Una extraña sensación me ha invadido entonces. Después de la alegría inicial por haber salido airoso de la situación he caido en la cuenta de que alguna madre u esposa, en algún lugar de alemania, no iba a recibir más cartas desde el frente. La muerte no hace distinciones ni otorga privilegios, ni da medallas. Solo es muerte. Y eso para mi no es ningún premio.

Después de unos momentos he sabido que ese soldado era un Coronel llamado Brianc. Apenas me dió tiempo de pensar en ello, porque un cañón flak de 30 mm ha abierto fuego sobre mi, acabando con mis aspiraciones de llegar al pueblo, por lo que he tenido que salir de nuevo de la base.

En definitiva un emocionante y terrible dia de combate. No os preocupeis por mi, se que saldré de esta.

Un abrazo.